Cuando paseas por cualquier museo arqueológico y ves los restos que cada civilización ha dejado para la posteridad puedes hacerte una idea de lo difícil que resulta tratar de componer el rompecabezas del pasado. Unos pocos artefactos con los que tratar de combinar unos con otros con el fin de componer un discurso histórico más o menos con sentido.
Y no te quepa duda de que así es. Resulta tremendamente complicado recuperar la Historia a través de los restos materiales.
Pero tampoco te podrías hacer a la idea de la cantidad de piezas que pueden salir de un yacimiento. Porque las que llegan a los museos son solo unas pocas. Las más representativas, por así decirlo (o las más llamativas también). En un yacimiento arqueológico se trata de no desechar nada de información; y esto comporta recoger todo tipo de artefactos, piezas y cualquier cosa que pueda contener algo de información útil.
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Todo se recoge pero no todo vale. La taxonomía lo organiza
Pero no todos los objetos tienen el mismo valor histórico, claro. Lo que pasa es que no siempre sabes si te va a servir o no y por eso se recoge casi todo.
Y aquí aparece otro gran problema para la Arqueología de campo. ¿Cómo organizamos tanta cantidad de piezas?
Hay muchas formas de organizarse. Quizás tantas como proyectos arqueológicos existan. Pero por lo general, se trata de homogeneizar siempre el trabajo. Hacerlo lo más estandarizado posible para evitar desorganización.
Lo que se hace en toda excavación seguro es un mínimo inventariado de las piezas, representar gráficamente los objetos y describirlos en sus respectivas fichas.
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Pero una vez inventariadas las piezas se procede a la primera criba. Y en eso la taxonomía se encarga, en tratar de organizar el material arqueológico.
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La taxonomía es la ciencia que se encarga de los principios, métodos y formas de clasificación del material arqueológico.
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Estarás conmigo en la necesidad de llevar a cabo una clasificación de los artefactos, ¿verdad? Como te digo, en un proyecto arqueológico te vas a encontrar con muchos objetos y va a ser necesario que los pongas en orden.
Para ello, a través de los principios de la taxonomía, se clasifica, agrupa y ordena todos los objetos recuperados en la excavación siguiendo unos principios básicos basados en la tipología.
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Tal y como puedes ver en esta presentación sobre tipología en Arqueología, para realizar una taxonomía apropiada se necesita diferenciar algunos conceptos a partir de los cuales dividir las piezas arqueológicas: artefacto, atributo, tipo, conjunto o cultura son sus principales.
A partir de estos elementos, la taxonomía trata de clasificar la cultura material. Esta clasificación por tipos dependerá de la tecnología, la función, sus medidas y las formas diversas de cada artefacto.
Por tanto, la taxonomía consiste básicamente en describir. Describir los objetos arqueológicos a partir de unos conceptos básicos para posteriormente clasificarlos por familia o por similitud.
Para esto es imprescindible el uso de bases de datos que nos permitan interrelacionar piezas de diferentes yacimientos arqueológicos y nos ayude a manejar la gran cantidad de información generada de forma ágil y rápida.
