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Los depósitos de los museos. Lo que casi nadie ve

Cuando estás excavando sueles estar tan abstraído en tu trabajo que sólo eres consciente de lo que está sucediendo ahí. Qué sale, dónde meter la pala, cómo excavas…. Por eso, muchas veces piensas que el trabajo en sí se lleva a cabo ahí, en el agujero de tierra en el que estás metido. Pero no. Ya te hemos dicho por activa y por pasiva que el trabajo de campo sólo es la punta del iceberg de todo el trabajo que se realiza en un proyecto arqueológico. Desde que se extrae la pieza hasta que llega a los depósitos de los museos, el camino que recorre es muy largo.

las piezas arqueológicas irán al depósito del museo

¿Dónde va todo esto que excavo?

Cuando encuentras algo no sueles preguntarte ¿y esto dónde terminará? Simplemente te llevas la alegría, lo recopilas, intentas describir toda la información posible en las fichas y sigues con tu trabajo. Quizás lo comentas con tu compañero de al lado pero ahí queda eso, en una bolsa de plástico o un cubo como si fuera ese su último destino.

¿Pero crees realmente que una pieza arqueológica ha estado enterrada durante siglos para terminar en un cubo de plástico? Claro que no.

recoger datos antes de que las piezas vayan al museo

De la tierra al cubo. Del cubo a la oficina. De la oficina al museo

Este sería en resumen el camino que le espera a la pieza arqueológica que acabas de descubrir. Toda una odisea para que podamos extraer “todo lo que ella sabe” de su historia. Tras dejar el “campo de batalla” pasará por el laboratorio donde se realizará el primer estudio y se preparará la pieza para su inventariado. El museo suele ser su última parada. Y ahí es donde se decide el siguiente cometido de su nueva vida, bien sea en una vitrina o en los depósitos del museo.

Un museo es un espacio donde conservar, estudiar, aprender y difundir el Patrimonio. Partiendo de esta escueta definición, las diferentes tareas a las que será sometida nuestra pieza pueden variar dependiendo de su importancia, sus características físicas, su peculiaridad, etc.. .

Si quieres saber qué es exactamente un museo lee este artículo

De hecho, la mayor parte de la colección de un museo no se encuentra en la exposición. No. La gran mayoría de las piezas de un museo están en sus depósitos. Es tal la información y la riqueza documental e histórica que hay en los depósitos de los museos que muchos de ellos organizan visitas guiadas para que la gente pueda verlos al menos por un momento.

las vitrinas muestran solo parte de las piezas

Cómo se organiza el depósito de los museos

Claro está que los depósitos de los museos no cuentan con vitrinas ni demás recursos expositivos como en sus salas. Pero una visita de estas te permite hacerte una idea de la cantidad de piezas que tienen y la ingente información que hay para trabajar.

Uno de los retos para un museo es organizar todas esas piezas, ponerlas en orden y estudiarlas. No sería la primera vez que en un museo se “redescubre” un objeto que sorprendentemente ha estado escondido durante años y que, de repente, un buen día aparece en unos trabajos de limpieza y resulta que es una pieza única.

Aprovechar el espacio: Por muy grande que sea el almacén del museo, o es pequeño o se quedará pequeño para contener todas las piezas con lo que es muy importante organizar bien los espacios. Se debe aprovechar cada rincón que haya siempre con orden.

Organizar los espacios por sectores: esto dependerá de los criterios que queramos utilizar (dependerá también de la temática del museo) pero nos ayudará a crear zonas “cerradas” donde guardar conjuntos de objetos (por material, por época, por colección, etc…)

Ambiente controlado y estable: ya no solo para los profesionales que allí trabajen (¡que también!) sino para asegurar una buena conservación de los bienes custodiados. Los cambios de temperatura o de humedad son terriblemente perjudiciales para cualquier objeto.

Seguridad: y esto es que las piezas estén a buen recaudo para evitar que puedan ser sustridas o puedan verse en peligro ante cualquier eventualidad (accidentes, incendios, etc,.).

Buenas instalaciones: es necesario que los muebles sean los apropiados para trabajar y para guardar las piezas, que la iluminación sea la adecuada y que tenga una buen sistema de seguridad.

Los museos guardan en sus depósitos historias increíbles en sus depósitos. Así que próxima vez que visites un museo, piensa que lo que ves en sus vitrinas solo es una pequeñísima parte de lo que hay debajo.

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