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Las 7 preguntas que debes hacerte al analizar un objeto

El museo es una institución cultural que no solo se dedica a guardar y mantener a salvo las piezas arqueológicas u otros objetos culturales. Tampoco se dedica en exclusiva a exponerlos en vitrinas.

El museo tiene como principal objetivo educar, mejor dicho, provocar. Provocar en el visitante, sea este del perfil que sea, una serie de inquietudes que le lleven a plantearse cuestiones a través de las cuales adquiera cierto aprendizaje. Esto te lo comentamos en el artículo sobre Museo y educación y puedes leerlo aquí.

La interpretación y exposición verbal de un especialista, en general el guía de la sala del museo, es muy importante para la visita. Pero también lo es la propia reflexión, interpretación y análisis del objeto en sí por parte del visitante.

Ahora bien, no cabe duda que el museo, al igual que la propia arqueología, es una institución muy fetichista. Los objetos ocupan gran parte del protagonismo y a pesar de que no son el único recurso necesario para el objetivo educativo que tengan, si son determinantes e imprescindibles para ello.

Por tanto, el objeto en un museo cuenta con gran protagonismo y es de vital importancia.

preguntas en un museo

Enseñar a través del objeto

Claro que sí. El objeto permite adentrarse en el pasado. Empatizar con las sociedades que lo usaron y lo crearon. Entender su funcionalidad. Pero para eso necesitamos mirarlo y plantearnos diferentes preguntas sobre el mismo para poder extraer la máxima información posible.


Para que el proceso de aprendizaje se dé lugar el visitante debe plantear preguntas al objeto. Para esto no es necesario tener conocimientos previos, saber nada del mismo. Más bien son preguntas que nos ayudará a aproximarnos a su naturaleza y así poder entenderlo mejor.

Si quieres leer sobre la importancia del objeto  para la eneñanza ve a este artículo

enseñar con un objeto en el museo

Las preguntas que debemos plantear a un objeto

  • ¿Cómo está hecho?

Es en esta primera pregunta cuando entramos en contacto con la pieza. Si tenemos la oportunidad de tocarlo, debemos hacerlo. Sentir sus aristas, sus arrugas, sus curvas, apreciar su forma, los colores, el material con que está hecho. En efecto, consiste en sentir de primera mano la naturaleza de la pieza para entender el proceso de manufacturación.

  • ¿Cuál fue su uso?

Es claro que un objeto carece de sentido si no tiene una funcionalidad concreta. El objetivo en esta segunda pregunta es averiguar su utilidad práctica. Saber para qué servía y con qué cometido se fabricó.

¿Era una herramienta agrícola quizás? ¿Un arma de caza? ¿Un objeto de adorno o decoración?…

el objeto en el museo

  • ¿En qué contexto?

Buscando la respuesta a esta pregunta nos iremos acercando poco a poco al entorno sociocultural del objeto ya que la pieza siempre está interrelacionada con su contexto social. Es en esta pregunta cuando nosotros (el visitante) nos adentramos en la historia de la pieza, nos planteamos preguntas sobre su procedencia y empezamos a empatizar con los personajes de otra época.

  • ¿Qué relación guarda con el resto de objetos de su etapa?

Pero para eso, es necesario que la exposición esté bien organizada y muestre los objetos en un ambiente contextualizado. Que las piezas sigan una línea cronológica, un ambiente común, etc. Con el fin de que podamos interrelacionar el objeto con el resto de piezas para extraer conclusiones.

En el desarrollo histórico de cualquier etapa, se producen cambios en la tipología y funcionalidad de las piezas. Por eso es necesario analizar el objeto con el resto de piezas para situarlo en un contexto cronológico.

Un buen ejercicio para responder a esta pregunta es comparar nuestro objeto con los otros. Ver en qué se diferencia, cómo difiere su funcionalidad, etc.

  • ¿Qué relación tiene con otros objetos de la historia?

Si en la pregunta anterior intentamos comparar el objeto en su contexto, en esta tratamos de extraer cierta información a partir de la comparación con objetos similares en otros momentos históricos. Por ejemplo, en herramientas de piedra, podemos comparar una lasca con un arpón, o una vasija neolítica con otra de la edad del bronce para encontrar similitudes y diferencias. 

Esta es la forma que durante muchos años se utilizó en arqueología para establecer cronologías relativas de las piezas

preguntas en museo

  • ¿Qué influencia tiene este objeto?

Con esta pregunta nos fijaremos en el objeto intentando encontrar similitudes con otras culturas en cuanto a diseño y decoración. De este modo profundizaremos aún más en la procedencia de la pieza y su cultura. A fin de cuentas, lo que tratamos es de entender el por qué y comprender su naturaleza.

  • ¿Por qué?

La última y quizás más importante de las preguntas sea plantearnos el por qué de su creación. Más allá de su utilidad práctica, los objetos tienen un significado, estético, cultural, religioso… Representa una sociedad y una ideología y a través de la pieza podemos adentrarnos en su cultura. ¿Por qué la hicieron?

Muchos objetos del pasado (y actuales) tienen un significado más allá de su funcionalidad. Esto se aprecia sobre todo en las piezas religiosas o destinadas al culto, al enterramiento o a cualquier actividad ceremonial. Preguntándonos el por qué nos acercará a los valores estéticos y significados de los objetos.

No tengas miedo a preguntarte y a no saber

Sí, es cierto. En muchas ocasiones no podremos encontrar respuesta a estas preguntas por falta de conocimiento o de información. Pero es un buen ejercicio para entender y comprender la historia de la pieza y profundizar en el pasado.

Este ejercicio te ayudará a aprender de forma más significativa y permitirá que te surjan nuevas preguntas. Durante una visita, normalmente encuentras objetos contextualizados, y con estas preguntas podrás escarbar en su estudio. Luego contarás con otros recursos además del objeto como son los paneles informativos, recursos audiovisuales y el guía que podrán aclarar aquellas cosas a las que no llegues.

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