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La disciplina de la Prehistoria

La prehistoria (por definición, el período que se desarrolla antes de que aparezca la escritura) sabes que es el período de la humanidad más extenso. Cientos de miles de años en los que el ser humano se desarrolló y protagonizó los mayores avances en cuanto a su evolución como especie.

Un periodo tan extenso y en el que, como ya te he dicho, no se tienen documentos escritos para contrastar. Es por eso que siempre he tenido este período como uno de los más difíciles de estudio, si no el que más.

Este período más que ningún otro de la historia de la humanidad, se basa en los restos arqueológicos. Y teniendo en cuenta la dilatada cronología en la que nos movemos, éstos (los restos) son bastante escasos y difíciles de encontrar.

No obstante (o quizás por eso mismo) puede decirse que la Prehistoria es una etapa ampliamente estudiada. De hecho, puede considerarse una disciplina en sí, que desde el siglo XVIII consiguió gran desarrollo en países como Francia e Inglaterra.

Las edades de la Prehistoria

Surgieron entonces diferentes métodos de estudio para un mismo objeto: el pasado de la humanidad antes de la Historia. De este modo se desarrolló el sistema de las Tres Edades de Thomsend, posteriormente se dividió la edad de Piedra en diferentes sub etapas: piedra antigua (paleolítico) y piedra nueva (neolítico).

Poco a poco, estos sistemas se fueron perfeccionando o diversificando en vista de que no podían aplicarse a todas las regiones del mundo. Sin embargo, era un sistema que permitía dividir esta inmensa etapa de la humanidad y estudiarla con más atino: estableciendo características comunes, cronologías aceptables y desarrollos evolutivos parecidos.

Evolucionismo y Prehistoria. Conceptos entrelazados

Gran parte de culpa en el desarrollo de la prehistoria la tuvo la obra de Darwin sobre el Origen de la Especie. Muchos estudiosos del pasado pensaron que, del mismo modo que las especies podían evolucionar (o cambiar) genéticamente, lo mismo podía aplicarse a la cultura, la tecnología o los diferentes modos de vida del ser humano.

El evolucionismo por tanto, tuvo gran repercusión en el estudio de la Prehistoria al tomar al ser humano y sus actividades culturales como un continuo proceso de cambio y evolución: aspectos económicos, creencias, elaboración tecnológica… todo ello siguiendo un desarrollo de lo simple a lo complejo, hasta llegar hasta nuestros días.  De esta idea evolucionista surgieron otras como la de la tipología arqueológica y otras tantas.

Poco a poco, se iban estableciendo las bases de lo que posteriormente sería la disciplina prehistórica. Y la geología aportó también su granito de arena con el estudio estratigráfico que se adaptó a la Prehistoria como método de cronología relativa conformando sus diferentes etapas.

 

Por tanto, y a modo de resumen, tenemos como punto de partida de la Prehistoria:

  • Las Tres Edades por tipo de industria: Piedra, bronce, hierro.
  • La tipología, no solo por tipo de herramientas sino también por elaboración cultural (de lo simple a lo complejo)
  • La estratigrafía: contexto estratigráfico basado en el principio de superposición.

Estos elementos permitieron el desarrollo de la joven disciplina prehistórica y el establecimiento de etapas para estudiar la inmensa y remota época de la humanidad, y tan desconocida por otro lado.

Revolución neolítica y nueva Arqueología

Un aspecto también determinante en el desarrollo de la Prehistoria como disciplina fue el estudio del arte paleolítico. Gran influencia de ello la tuvo el descubrimiento de la cueva de Altamira a finales del siglo XIX. Un compendio de obras de arte que desafiaban a toda lógica establecida hasta entonces para este tipo de arte “paleolítico”.

Y entonces llegó Childe, Vere Gordon Childe quien revolucionó completamente la disciplina prehistórica en el siglo XX con un nuevo punto de vista. Para Childe, la evolución cultural dependía de la adaptación de los seres humanos al medio en que vivían. Por tanto, este desarrollo no era igual en todas partes. Y en este desarrollo, gran parte de culpa la tenía la base material de que disponían estos grupos humanos.

Famoso es Vere Gordon Childe por su teoría de “Revolución Neolítica” que supuso un antes y un después en el desarrollo de la humanidad en todos los aspectos de la vida.

Pero a partir de mitad del pasado siglo empezó a desarrollarse lo que se llamó como “New Archaeology” que se definía como una nueva forma de estudiar el pasado más científica y rigurosa, rompiendo con postulados tradicionales. 

En principio, esta Nueva Arqueología pretendía responder a una serie de preguntas desde un método puramente científico. Se quería averiguar no solo el qué sino el cómo y por qué de los acontecimientos prehistóricos. 

Así,  se empezó a estudiar la prehistoria  atendiendo a los factores ambientales (clima, recursos naturales, fauna y flora, etc.), poniendo el ojo en el comportamiento humano y su reflejo en la cultura material, confrontando estudios etnográficos actuales con el pasado y desarrollando una metodología de campo más elaborada…. Todo esto derivó a lo que hoy en día pretendemos implantar con una Arqueología cada vez más profesionalizada y científica.

Pero como puedes observar, todas las disciplinas científicas, y la prehistoria no es menos, están en continua evolución. Aunque el objetivo y principio fundamental nunca varía: el estudio de las sociedades humanas antes de la aparición de la escritura.

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