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Las evidencias arqueológicas del bibedismo

Uno de los aspectos biológicos más determinantes en la evolución del género homo fue la capacidad de caminar. Del mismo modo que el habla, el fuego, la elaboración de herramientas o el desarrollo de la agricultura, mantenerse erguido sobre las dos piernas como nosotros hoy en día nos mantenemos, supuso un punto de inflexión en el devenir de nuestra historia como especie. Es lo que se conoce en el argot antropológico como bipedismo.

Esta capacidad, como todas las demás de cualquier especie, no es única en el ser humano y no surgió de un día para otro sino que fue un proceso de cambio de hábitos y también de estilos de vida lo que llevó al primer homínido a ponerse sobre sus piernas y otear el horizonte. Habría muchos factores que influyeron en este cambio en la forma de desplazamiento de las especies homínidas y desde la Arqueología y la Paleoantropología se trata de estudiar.

evolución humana

Lucy, el primer homo bípedo?

Te imaginarás que esta peculiar manera de desplazarse, eLucyl bipedismo, deja un rastro en la fisionomía de la especie evidente. Sin embargo, no son muchos los restos que tenemos de esqueleto de especies homínidas que nos permitan estudiar esa fisionomía.

Prácticamente contamos con un único ejemplar casi completo del que extraemos gran información sobre estos aspectos fisionómicos. Es la famosa Lucy, un Homo Australopitecus de unos 4 millones de años. A pesar de que Lucy parece que tenía una estructura ósea adaptada al bipedismo, los estudios paleoantropológicos de Jack Stern y Randall Susman sugieren que probablemente usara también las manos del mismo modo que lo hacen los orangutanes actuales.

Por eso es tomada como un “eslabón” entre los homínidos bípedos y los cuadrúpedos. Tendría la capacidad de caminar, podía mantenerse erguida pero quizás su vida se desarrollaba principalmente en los árboles.

 

Cómo se estudia el bipedismo en Arqueología. Evidencias materiales.

Por fortuna contamos con nuestro propio cuerpo que, en comparación con especies de orangutanes y chimpancés, es evidentemente diferente. Las principales diferencias se observan en la estructura ósea: los pies, las piernas, forma de las caderas, los brazos, la columna vertebral y el cráneo.

Laetoli

Algunos restos de cráneos de Australopitecus evidencian cierta posición erguida de la cabeza en vertical con la espina dorsal. Esto sugiere que caminaban erguidos, sí no de forma habitual, sí tenían la capacidad de caminar sobre sus piernas.

La diferencia entre poder mantenerse erguido y poder caminar sobre las dos piernas está en la cadera.  Gracias a la paleobiomecánica se puede saber si la cadera estaba adaptada para caminar o sólo para erguirse.

Otra evidencia material visible con una antigüedad de millones de años son las huellas de las pisadas. La huella más famosa (con permiso de Neil Armstrong y su pisada en la luna) es la que dejaron en su camino unos posibles Australopitecos en Laetoli (Tanzania)sobre un manto de lava humedecida que posteriormente se secó y perduró hasta nuestros días con la impronta del paseo de estos homínidos hace más de 3.5 millones de años.

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Por qué se parece a una huella humana

Esta huella se parece en gran medida a una pisada humana y vislumbra un bipedismo:

  • Cuenta con el característico puente en medio del pie.
  • Tiene un dedo gordo prominente.
  • Una parte justo antes del dedo gordo del pie más acolchada que el resto de la superficie plantar y donde parece que se reparte el peso de la pisada con el talón.

pisada bipedismo laetoli

Son pocas las evidencias arqueológicas  lo que nos deja el bipedismo y muy escasas. Con lo que su estudio es realmente difícil. Un estudio apasionante que nos acerca más al horigen de la humanidad.

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