Por Adrian Carreton Museos

Este es un artículo de Ana Irigoyen, quien comparte su museo favorito. Puedes ver otros museos favoritos del equipo de Patrimonio Inteligente aquí:

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Madrid es una gran urbe. Y como tal, hay museos de todo tipo, algunos de los más importantes y destacados de España. Sin embargo, no todos los museos de la capital gozan del mismo protagonismo. A pesar de no ser uno de los más visitados, el museo que quiero compartir con vosotros hoy me parece uno de los más curiosos, no solo de Madrid sino de España. Se trata del Museo de Sorolla.

Este museo ocupa la casa que fue vivienda del pintor y su familia desde 1911. Las colecciones se distribuyen por todas las zonas visitables de la casa, que ha conservado casi intacta la decoración original. Encontramos pues pintura, mobiliario y objetos personales del pintor. Se trata de una de las casas de artista mejor conservadas de Europa.

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Lo que vas a encontrar en la antigua casa de Sorolla

Las obras de pintura que normalmente se exponen pueden variar de colocación en la sala, ya que el Museo Sorolla organiza sus propias exposiciones temporales y también presta para exposiciones organizadas por otras instituciones.

En las salas del museo se pueden ver lienzos representativos de la evolución pictórica de Sorolla, numerosos retratos familiares (especialmente de su mujer e hijas) e importantes espacios como el estudio del pintor, que es uno de los talleres de artista mejor conservados y su despacho donde recibía a los clientes y exponía los cuadros que terminaba.

El museo cuenta a su vez con talleres y actividades dedicadas a los más pequeños como el juego online “Juega en el museo con Marco Topo”.

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Lo más peculiar del Museo Sorolla

Mi parte favorita del museo es el jardín, que fue una creación de Sorolla, que escogió sus especies, y que hizo de él uno de los temas favoritos de su pintura en sus últimos años. El ingreso al museo se hace a través de este jardín, que rodea la casa por dos lados. Está dividido en tres espacios: el primero, inspirado en el Jardín de Troya del Alcázar de Sevilla, está centrado en una fuente antigua de mármol.

El segundo jardín se inspira en el Generalife granadino, y es de estilo neoárabe. El tercer jardín tiene un estanque presidido por la “fuente de las confidencias” (grupo escultórico), y una agradable pérgola donde Sorolla solía sentarse con su familia y hoy puedes sentarte al visitar el espacio, creando un vínculo directo con el artista.

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Este museo resulta peculiar ya que ofrece una nueva forma de acercarse a la obra del artista, formando parte de un espacio que fue un proyecto personal en el que vivió y trabajó e intervino directamente, lo que transmite una sensación de proximidad que, en mi opinión, hace que la obra resulte más comprensible para el visitante. Es una forma de disfrutar del legado de Joaquín Sorolla más dinámica y emocional, creando una experiencia emocional y artística, ya que la casa preserva el ambiente original de taller del pintor.